Entrenamiento infantil para ser un buen decapitador de cristianos

POR
JESUS ASIAIN | ISLAMWATCH.EU
 PUBLICADO 23 AGOSTO, 2014

Parece incrible pero los niños musulmanes, desde prácticamnte bebés, son adiestrados para odiar y asesinar. Este tuit es un ejemplo. Las fotografías hablan por si mismas: un niño corta el cuello de una muñeca vestida con el típico traje naranja, identico al que vestía Foley en el video en el que se mostraba su decapitación. Tras él, la bandera del Estado Islámico

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El pago por terrorismo: $5,300 por ataque suicida…

Paycheck for Terrorism: $5,300 for Suicide Attack

Sharyl Attkisson / 

For the first time, startling details are being made public about the millions of dollars funneled from Middle East charities to Islamic terrorists and their families.

The money was used to reward terrorists and their families after attacks on Israelis and U.S. nationals visiting Israel between 2000 and 2005 during the second intifada or Palestinian uprising.

The evidence was presented today in a landmark case in New York federal court. Three hundred U.S. nationals claim Arab Bank knowingly provided financial services to terrorists and their financiers in violation of the U.S. anti-terrorism law. Arab Bank contends it did not knowingly serve terrorists.

Palestians shout as they follow an empty coffin for Palestinian suicide bomber Wafa Idris. Middle East charities are under scrutiny for financially rewarding families for the suicide attacks. (Photo: Abbas Momani/Newscom)

Bank documents reveal an elaborate system for which Amman, Jordan-based Arab Bank served as the center point. Some Israelis refer to the bank as the “Grand Central Station of terrorist financing.”

For example, bank documents allegedly show that a dozen Middle Eastern charities with links to the terrorist group Hamas and other radical Islamic groups transferred $32 million to Arab Bank during the second intifada. The money was then allegedly paid out to families of suicide bombers and other Palestinians who engaged in acts of terrorism against Jews.

An additional charity, the Saudi Committee for the Support of the Intifada al Quds, sent nearly $100 million through Arab Bank. The plaintiff’s analysis of bank records indicates $32 million of it ended up being distributed as cash payments to martyrs and their families, including the families of suicide bombers, and the rest was distributed to other Hamas-controlled charities.

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According to evidence presented by the plaintiffs today, based on bank documents, families of suicide bombers received a $5,300 payment, or about four times the average annual Palestinian income at the time of $1,600. If a martyr was wounded but not killed, he received $2,655. If a martyr was arrested and jailed, the family received $1,325. The recipients simply showed up at an Arab Bank branch, presented identification, and received the cash.

>>> Arab Bank Accused of Helping Reward Hamas Suicide Bombers in Terrorism Case

Under anti-terrorism law, it’s illegal for banks to do business with designated terrorist entities or with groups that they  know or have reason to believe are linked to terrorists or terrorist activity.

That’s where the two sides sharply differ.

Arab Bank's main offices in the Jordanian capital, Amman. (Photo: Khalil Mazraawi/Newscom)

Arab Bank’s attorney told jurors in opening statements last week that the Saudi Committee was a legitimate humanitarian group that was never a U.S.-designated terrorist organization. Arab Bank also claimed that any business it may have conducted with terrorists or terrorist groups was limited in nature and entirely unintentional, due to typos or mistakes in screening.

In 2005, Arab Bank settled a U.S. Treasury Department investigation into alleged money laundering and terrorist financing by paying a $24 million fine without admitting wrongdoing.

The plaintiffs in the New York trial are seeking monetary damages and financial penalties from Arab Bank.

This is a Daily Signal special feature.

La ignorancia acerca del Islam está provocando un genocidio en el Medio Oriente

por Mark Durie
Ago 19, 2014 

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Decenas de miles de yazidis han sido expulsados de sus hogares al norte de Irak. Al norte de Irak el genocidio religioso está llegando a la etapa final del juego. Soldados del Estado Islámico (ISIS), armados con equipo militar originalmente suministrados por los Estados Unidos, están haciendo retroceder a los defensores kurdos quienes protegieron a los cristianos y demás minorías religiosas. Mientras que cientos de miles de refugiados han huido al Kurdistán, alrededor de 40.000 yazidis y algunos cristianos están atrapados en el Monte Sinjar, rodeados por yihadistas del ISIS (Los yazidís son kurdos cuya fe pre-cristiana fe se deriva de antiguas tradiciones religiosas iraníes, con capas e influencias de otras religiones.)

La Sociedad de Ayuda Asiria de Irak ha informado sobre niños y ancianos muriendo de sed en Sinjar. Padres arrojando a sus hijos a la muerte desde la montaña en lugar de verlos morir de sed o ser tomados como esclavos por el ISIS.

Los yihadistas del ISIS están asesinando a los hombres que capturan. En un incidente reciente 1500 hombres fueron ejecutados delante de sus esposas y familias. En otro incidente 13 yazidis que se negaron a convertirse al Islam les sacaron los ojos, los rociaron con gasolina y los quemaron vivos. Cuando los hombres son asesinados, las mujeres y niños capturados son esclavizados para su uso en sexo, desplegados como escudos humanos en zonas de combate, o vendidos para ser abusados tal como crean conveniente sus nuevos propietarios.

Los Estados Unidos han llamado irónicamente a una mayor cooperación. La Embajadora de la ONU Samantha Power, instó a “todas las partes en el conflicto” a que permitan el acceso a los organismos de ayuda de la ONU. Esta llamó a los iraquíes a ‘unirse’ para que Irak ‘regrese al camino de un futuro de paz’ y prevenir que ISIL elimine tal vibrante diversidad en Irak.

Por supuesto que no es una “vibrante diversidad” la que está siendo aniquilada en Irak, sino hombres, mujeres y niños por decenas de miles. Esto no es un fracaso de la convivencia, y el problema no es ‘conflicto’. No es sobre personas que tienen problemas en mantenerse y que necesitan de alguna manera ‘unirse’. Se trata de una muy bien articulada y bien documentada visión teológica del mundo en la dominación de los ‘infieles’ y si es necesaria la limpieza de estos de la faz de la tierra, a fin de establecer el poder y la grandeza de una visión radical del Islam.

La administración estadounidense, según Nina Shea del Instituto Hudson, ‘retiene armas de los kurdos mientras espera un nuevo gobierno iraquí unificado con un nuevo primer ministro. Mientras tanto… no existen tropas iraquíes en la provincia de Nínive’. Sólo a unos pocos minutos para la medianoche, en el reloj del genocidio, han comenzado los Estados Unidos a lanzar ataques militares contra las fuerzas del ISIS.

Estos eventos deberían ser aleccionadores para Occidente, no es para menos ya que miles de los yihadistas del ISIS fueron criados y educados en las mezquitas de Europa, Norteamérica y Australia, por no hablar de las madrazas de países como Malasia, Bangladesh e Indonesia. Habiéndose formado por la teología del Islam radical en sus sociedades de origen, los aspirantes a yihadistas están acudiendo en masa a Siria e Irak en el que buscaran la victoria o el martirio, asesinando y violando a medida que avanzan.

¿Por qué es esto así? ¿Cómo es que la Primavera Árabe, aclamada por muchos de los gobernantes occidentales como la nueva mejor opción para el Medio Oriente, de tal brillante rojo se tornó en un torbellino de sangre?

1)      Analfabetismo teológico

Parte de la respuesta es que Occidente está ante las garras del analfabetismo teológico. Se ha negado obstinadamente a comprender las implicaciones de un renacimiento islámico mundial que ha ido ganando fuerza durante la mejor parte del siglo. El Movimiento Islámico mira atrás, a los días de gloria de la conquista como el mejor momento del Islam, y trata de revivir la supremacía islámica a través del yihad y el sacrificio. Este añora un verdadero estado islámico – el renacer del califato – y considera a yihad como el medio dado por Dios para marcar su comienzo.

Esta visión del mundo fue promovida en términos de peso, y visión de futuro, por el estudioso hindú Abul A’la Maududi, cuyos escritos siguen siendo ampliamente diseminados en las librerías islámicas y mezquitas de todo Occidente. Maududi argumentó primero por su radicalización. Seamos musulmanes en que la única forma válida de gobierno es una teocracia islámica – es decir, el gobierno shaarya – y los musulmanes están obligados a utilizar todo el poder que puedan reunir para imponer este objetivo es el mundo: “quien quiera que ustedes sean, en cualquier país en que vivan, deben esforzarse por cambiar la equivocada plataforma de gobierno, y tomar todos los poderes para gobernar y hacer leyes para aquellos que no le temen a Dios. El nombre de este esfuerzo es el yihad”. Y “Si ustedes cree que el Islam es verdad, no tienen ninguna otra alternativa… Hagan todos su fuerza para hacerla sino hacer valer su fuerza en la tierra: ya sea estableciéndola o dando su vida a esta lucha”.

Mi propia copia de Seamos Musulmanes, que tengo abierta ante mí mientras escribo, fue comprada de un centro islámico muy respetado aquí en Melbourne, Australia.

2)      Protestas violentas

Cuando el Papa Benedicto dio una conferencia en Ratisbona en el 2006, en el que sugirió que el Islam había sido esparcido por la fuerza, el mundo musulmán estalló en violentas protestas.

El Jeque ‘Abdul Aziz Al-ShISISkh, Gran Muftí de Arabia Saudita, respondió con una defensa reveladora al historial del Islam. Sin un atisbo de ironía, este argumentó que el Papa estaba errado en decir que el Islam se extendió por la fuerza debido a que los infieles tenían una tercera opción, aparte de la muerte o conversión, es decir, “la rendición y el pago de impuestos, y serán autorizados a permanecer en su tierra, observar su religión bajo la protección de los musulmanes’. Este afirmó que los que leen el Corán y la Sunna (los ejemplos y enseñanzas de Mahoma) entenderán los hechos.

La realidad que se desarrolla en el norte de Irak hoy revela a la fría luz del día exactamente lo que la doctrina de las tres opciones significa para conquistar las poblaciones no musulmanas, y por qué el dogma de las “tres opciones” no es defensa contra la afirmación de que fue el Islam fue propagado por la espada.

3)      Jizya

Es muy claro que el ISIS no está jugando por las reglas del mundo. No tiene nada sino desprecio por la Convención de Ginebra. Sus tácticas de batalla están reguladas por jeques que implementan las reglas de guerra del shaarya. Muchos de los abusos reportados cometidos por el ISIS por los medios de comunicación internacionales son tomados directamente de las páginas de los libros de texto islámicos legales.

Considere el anuncio del ISIS a los cristianos al norte de Irak: ‘Les ofrecemos tres opciones: Islam, el contrato dhimma – involucrar el pago del jizya; si se niegan a esto, no tienen nada más que la espada’.

Estas palabras son puestas juntas de las páginas de los textos sagrados islámicos. Fue  Sa’d b. Mu’adh, un compañero de Mahoma, que le dijo de la Meca pagana ‘les daremos nada más que la espada’ (A. Guillaume, La vida de Mahoma, Oxford University Press, 1955 p. 454). El propio Mahoma se informó y dijo ‘Cuando te encuentras con tus enemigos que son politeístas [es decir, no son musulmanes] invítenlos a los tres cursos de acción, Invítenlos al Islam… si se niegan a aceptar el Islam, demanden de ellos el jizya. …Si se niegan a pagar el impuesto, busquen la ayuda de Alá y luchen contra ellos’ (Sahih Muslim. El libro del Yihad y Expedición [Kitab al-Yihad wa’l-Siyar] 3:27: 4294). Cuando el califa ‘Omar atacó Persia, les anunció’ Nuestro Profeta [Mahoma]… nos ha ordenado combatirlos a ustedes hasta que adoren sólo a Alá o paguen jizya’ (Sahih al-Bukhari, El libro de al-Jizya y la Paralización de la Guerra 4:58:3159).

4)      Profecía

He analizado la doctrina de las tres opciones en mi libro La Tercera Opción: Islam, dimmitud y libertad, sobre la base de fuentes islámicas ampliamente conocidas para explicar la visión del mundo del yihad y el dhimma. Ese libro lee ahora como una profecía sombría de la tragedia que se desarrolla en Siria e Irak.

La palabra jizya en árabe se deriva de una raíz j-z-y que se refiere a algo dado como compensación, en sustitución de otra cosa. De acuerdo a los lexicógrafos árabes, la jizya es un impuesto tributo tomados de los no musulmanes que viven bajo el dominio islámico ‘como si se tratara de una compensación por no ser blancos asesinados. Este es pagado por comunidades derrotadas para compensar a sus atacantes recompensa para que renuncien a su derecho de asesinar, esclavizar o saquearlos.

El comentarista argelino del Corán Muhammad ibn Yusuf at-Fayyish explicó que la jizya es “una satisfacción para su sangre. Es… compensarlos para que estos no sean asesinados. Su objetivo es sustituir los deberes de asesinato y esclavitud… Es para el beneficio de los musulmanes’. “Más de mil años antes, Abu Yusuf Ya’qub, un jurista Hanafi escribió “sus vidas y posesiones sólo serán salvadas a cuenta del pago del jizya”.

5)      Compensación

En 1799 William Eton, en una encuesta del imperio Otomano, informó que los cristianos bajo dominio otomano, que pagaban la jizya, fueron tratados con una forma estándar de palabras en el que “la suma de dinero recibido es tomada como compensación por ser permitírseles llevar sus cabezas ese año (subrayado de Eton).

Sin duda, hay otras maneras de interpretar el Corán, pero el punto es que este entendimiento del jizya se ha vuelto operativo al norte de Irak y Siria. También tiene el respaldo de siglos de jurisprudencia y práctica islámica. Fue con este entendimiento del Islam que el Medio Oriente, Asia del Sur y amplias partes de Europa Oriental fueron conquistadas y ocupadas bajo dominio musulmán hasta los tiempos modernos.

Esta sombría realidad – de que es los yihadistas del ISIS pueden defender hábilmente su teología sobre la base de la historia y tradiciones religiosas del Islam – significa que no será una tarea fácil convencer a los clérigos e intelectuales musulmanes a que las ‘desenmascaren’. Tal estrategia, que ha-sido propuesta por Peter Leahy, ex encabezado del ejército australiano, estará llena de dificultades. Desenmascararlo sería mucho más fácil si las ideologías radicales fueran de hecho bunkum. El problema es, que los yihadistas tienen demasiadas cartas teológicas del Corán y del precedente  ejemplo de Mahoma a ser tan fácilmente colocados en el campo de las ideas. De hecho, son los radicales que se han vuelto expertos en desacreditar, tal como enseñan sus exitosas campañas de reclutamiento a nivel mundial.

Consideremos algo del peso que hay detrás de la teología de los radicales.

6)      Rendición

De acuerdo a la ley islámica, los cristianos y otros no musulmanes que acuerdan mantener su religión y sus vidas pagando  jizya están sujetos a un tratado dhimma de rendición.

La palabra dhimma se deriva de la palabra árabe que significa ‘culpar’. Implica un pasivo o deuda derivada de una culpa. La idea es que los no musulmanes, conocidos como dhimmis, tienen una deuda con sus conquistadores por sus vidas, y el incumplimiento del tratado de rendición atraería culpa y que incurriría en castigo. Los términos del dhimma incluyen el pago del jizya por adultos, pero también muchas incapacidades legales denigrantes impuestas a los no musulmanes y aplicadas de una forma u otra través de la mayor parte del mundo musulmán hasta el día de hoy: un ejemplo son las restricciones generalizadas en la construcción de nuevas iglesias en zonas anteriormente conquistadas por el Islam; otra son las restricciones a la libertad de expresión religiosa.

La imposición de estas discapacidades sobre los no musulmanes va de acuerdo a una orden de Mahoma: “… He sido enviado con una espada en mi mano a que la gente adore a Alá y no asociar a nadie con él. Les ordeno que menosprecien y subyuguen a aquellos que me desobedecen, ya que el que imite a un pueblo es uno de ellos’ (‘ citado de Musnad (cadena de) Ahmad ibn Hanbali, fundador de la escuela de jurisprudencia Hanbali).

7)      Menospreciar

Uno de los medios para menospreciar a los no musulmanes ha sido garantizar que no “se parezcan” al exigirles que lleven puesto ropa discriminatoria, parches o incluso, en tiempos antiguos, sellos alrededor de sus cuellos.

Una manifestación actual del principio de no “verse igual’ es la aplicación de la letra nun árabe (para Nazrani, la palabra árabe para los cristianos) al exterior de los hogares cristianos en Mosul. Utilizando un razonamiento similar, los talibanes afganos requerían que los hindúes afganos deberían usar parches discriminatorio en su ropa, por lo que su estatus no musulmán podría ser reconocido instantáneamente.

El ISIS está incluso buscando el modelo del primer siglo del Islam para establecer el nivel del impuesto jizya. Fuentes islámicas tempranas indican el jizya era un mínimo de un dinar de oro, y hasta 4 dinares, dependiendo de la riqueza del individuo dhimmi. Siguiendo las disposiciones al pie de la letra, el ISIS ha ofrecido la declaración siguiente: “Los cristianos están obligados a pagar el impuesto jizya sobre todo adulto hombre al valor de cuatro dinares de oro para los ricos, la mitad de eso para ciudadanos de ingresos medios y la mitad de esa cifra para los ciudadanos pobres… no deben ocultar su condición, y pueden pagar en dos plazos anuales’.

Un dinar de oro pesa alrededor de 4,5 gramos, que a $ 45 estadounidenses por gramo significa que un impuesto de uno a cuatro dinares equivale de $200 a $800 por no musulmán varón adulto. Esta es una carga pesada para un pueblo conquistado en una zona de guerra, y la realidad sobre el terreno en Siria e Irak ha sido que los yihadistas exigen mucho más, y no una vez cada año como declaran los libros de texto, sino una y otra vez.

8)      Convertirse o morir

Informes muestran que el ISIS ha estado fijando el jizya tan alto en ambos Siria y el norte de Irak, e imponiéndolo a menudo, sumas que no pueden pagar. Esto le da a los cristianos que desean permanecer en sus hogares sólo dos opciones: convertirse o morir. La mayoría han huido, pero algunos, incluyendo aquellos que son demasiado débiles o discapacitados para huir, – tuvieron que convertirse para salvarse. Los refugiados que huyen se encuentran en una situación desesperada particular, porque son progresivamente despojados de sus pertenencias por los puestos de control mientras escapan.

No hay nada nuevo aquí. A lo largo de la historia el jizya ha sido un impuesto pesado para los no musulmanes. Un gran número de cristianos se convirtieron al Islam en los primeros siglos de dominio islámico a fin de evitar este impuesto. Dionisio, un patriarca sirio escribiendo en el siglo VIII, informó acerca del jizya que a menudo tenía que ser extraído de los cristianos a golpes, extorsión, tortura, violación y asesinatos. Muchos huyeron de pueblo en pueblo después de haber vendido todo lo que tenían para pagar el impuesto.

Arthur Tritton informó acerca de Los Califas y sus Súbditos No Musulmanes alrededor del siglo VIII en Egipto que para los trabajadores comunes del día el impuesto jizya era de alrededor de un cuarto de las ganancias anuales, o diez veces el impuesto zakat pagado por los musulmanes. Shlomo Dov Goitein, escribiendo sobre la situación de los judíos en el Egipto medieval, informó sobre los hombres que se esclavizaban a sí mismos o a sus familiares para pagar el impuesto. Siglos después de Dionisio de Antioquía, este también  informó que muchos, después de haber vendido todo lo que tenían que pagar, vagaban como mendigos sin hogar.

9)      Reglas de la guerra

El tratamiento de los cautivos por el ISIS va también de conformidad con las normas ortodoxas de la guerra en el Islam, que permite que los hombres sean asesinados, mientras que las mujeres y niños son esclavizados. La esclavitud sexual – el concubinato – es permitido por los principios del shaarya que guía al ISIS. La Dependencia del Viajero – un respetado manual sunita de la ley shaarya – afirma: “Cuando un niño o una mujer es tomado prisionero, se convierten en eslavos por el hecho de haber sido capturados, y el matrimonio anterior de la mujer es inmediatamente anulado’ (capítulo 9.13). La opción de convertirse al Islam para evitar la muerte o captura – que está siendo instada a los no musulmanes por el ISIS – está legalmente apoyada: ‘El que entre al Islam antes de ser capturado no puede ser muerto ni su propiedad confiscada, o sus hijos pequeños tomados como cautivos’ (capítulo 9.12).

El saqueo generalizado de propiedad también es validada por las reglas de guerra del Islam: “Un musulmán libre que ha alcanzado la pubertad y está en su sano juicio tiene derecho a los despojos de la batalla cuando ha participado en una batalla hasta el final de la misma’ (capítulo 10.1). Y ‘Cualquiera que… asesina a uno de los enemigos o le incapacita, arriesgando con ello su propia vida, tiene derecho a tomar todo lo que pueda del enemigo, queriendo decir que puede quitarle en la batalla, tal como un monte, ropa, armas, dinero u otras cosas’ (capítulo 10.2).

La triste realidad es que el destino de los cristianos y yazidis al norte de Irak hoy se asemeja a las estipulaciones de los libros de texto islámicos: los no-musulmanes son asesinados, sus mujeres y niños esclavizados, y sus propiedades y posesiones saqueadas.

Es lamentable que la dura y fría realidad del imperialismo islámico y el sistema dhimma han sido negados y oscurecido por los estudiosos. Por ejemplo Bernard Lewis afirmó que ‘El dhimma como un todo… funcionaba bastante bien’. Como parte de este velo oscurantista, el verdadero significado de las palabras dhimma y jizya han sido escondidos por los estudiosos.

El sacerdote anglicano Colin Chapman, quien fue el Arzobispo de Canterbury enviado a la Universidad Al-Azhar en el Cairo, afirmó en su libro Cruz y la Media Luna que los judíos y cristianos estaban ‘protegidos’ y significaba que el jizya era pagado en compensación para ellos para que no hagan el servicio militar o paguen el impuesto de los musulmanes (zakat). En realidad, la principal protección ofrecida a los dhimmis es que pueden mantener sus cabezas fuera de la espada del yihad, y fue a cambio de este privilegio que el jizya es exigido. John Esposito afirmó asimismo que el jizya es un ‘intercambio’ a cambio de mantener la protección de la propia religión de uno, a una “agresión exterior”, y la exención del servicio militar.

10)   Mandato islámico

Tales encubrimientos, presentados por los apologistas musulmanes, han servido para apuntalar el mito de convivencia y una edad de oro en el que cristianos y musulmanes vivían con satisfacción lado a lado bajo el dominio islámico.

Arquitectos multi-culturistas y defensores interreligiosos del diálogo han promovido repetidamente esta construcción islámica mítica como modelo para diferentes religiones a que florezca lado a lado en la Europa de hoy. Esto ha ido de la mano con la cultura europea que afirma le debe una deuda no reconocida de años al Islam, y el registro histórico de Islam ha sido mal representado por personas intolerantes y odiosas.

En realidad la convivencia islámica con las poblaciones cristianas conquistadas siempre fue regulada por los términos del dhimma, tal como se definen anteriormente, bajo el cual los no musulmanes no tiene ningún derecho inherente a la vida, sino que tenían que comprar este derecho año tras año.

11)   Fanatismo

La ignorancia voluntaria histórica ha sido-profundamente debilitante para las élites intelectuales de Occidente, que se sienten justos en descartar esa evidencia que contradice su visión corrupta del mundo, con el argumento de que están tomando una postura en contra de la intolerancia de la islamofobia. Ellos han sido educados en este auto-odio por sus interlocutores musulmanes.

También debilitante ha sido la tendencia entre los estudiosos de negar o minimizar el significado militar del yihad. Un ejemplo extremo es la absurda afirmación del teólogo de Yale Miroslav Volf de que el uso del poder militar para expandir el Islam es ‘rechazado por todos los principales estudiosos musulmanes de hoy’.

La promoción de la idea del ‘yihad mayor’ como una lucha espiritual personal también ha servido para distraer a los líderes occidentales, tales como el director de la CIA John Brennan, quien afirmó que el ‘yihad es una guerra santa, un legítimo atributo del Islam, significado el purificarse uno mismo o la comunidad de uno.

12)   Verdadero significado

En realidad el significado del yihad en todos los libros de texto del sharia es la guerra contra los infieles. Si el verdadero significado del yihad fuese una lucha espiritual con uno mismo, el ISIS no habría atraído a tantos voluntarios de todo el mundo a los campos de exterminio de Siria e Irak.

Existe una necesidad crónica y urgente de un diálogo de civilizaciones entre el Islam y el post-cristiano Occidente. Sin embargo, este diálogo no puede basarse en mitos. En el tope de la agenda deben estar las instituciones gemelas del yihad y el dhimma. Es esencial para los occidentales rechazar enfáticamente y estigmatizar estos dos pilares de la ley islámica, y deplorar a los musulmanes su aplicación tanto a través de la historia y en el mundo contemporáneo.

13)   Ceguera cultural

Uno de los efectos de forzar una ceguera cultural y la amnesia teológica intelectual es el rampante analfabetismo entre los responsables de tomar las decisiones políticas en Occidente. Esta ahora posee la peor de las consecuencias para los cristianos y otros en el Medio Oriente. Los que lograron la ocupación occidental de Irak fueron profundamente ignorantes de los peligros para las minorías no musulmanas formuladas por el resurgimiento islámico combinado con la injerencia occidental, y en particular por el restablecimiento del sistema yihad-dhimma. Estos pasaron por alto que el re-establecimiento del dhimma siempre ha sido parte de la agenda de los movimientos islámicos. Estos no captaron que las zonas de guerra del yihad siempre serán especialmente mortales para los no musulmanes, incluso cuando el conflicto principal es entre musulmanes.

También se les olvidó que un avance en los derechos de las poblaciones no musulmanas de todo el Medio Oriente – tales como el desmantelamiento oficial de las leyes dhimma por los otomanos en la segunda mitad del siglo XIX – sólo se lograron debido a la constante política y presión militar de la grandes potencias, y a costa de suprimir los principales dogmas islámicos. De hecho esta ‘humillación’ del Islam es una de las mismas cosas que el renacimiento islámico mundial se supone está yendo hacia el pasado: Es por ello que el deterioro de los derechos humanos de las minorías no musulmanas – desde Malasia a Egipto – ha sido tan marcado en las últimas décadas.

Hoy los dogmas renovadores islámicos, los cuales se han arraigado profundamente en las comunidades musulmanas a través de ambos Occidente y en la mayoría de los estados musulmanes, elogian los días de gloria del Islam, Cuando los cristianos y no musulmanes pagaban el jizya para poder mantener sus cabezas. Los revivalistas ven hacia adelante a una época en que los principios del shaarya, implementados a través del yihad sin trabas, hará valer la opinión de los no musulmanes no tienen un derecho inherente a la vida, sino un único derecho por el cual deben resarcir a los musulmanes en oro. No tenemos por qué sorprendernos o conmocionarnos cuando jóvenes de todo el mundo, criados en este cóctel venenoso teológico, se vuelven voluntarios al yihad en Siria e Irak a fin de marcar el comienzo de una anhelada utopía islámica. No nos debería sorprender que estos no tengan ningún reparo en derramar sangre no musulmana.

El efecto del yihad cultural, librada no sólo por los apologistas musulmanes, sino también por las élites occidentales, es que los responsables políticos occidentales se han cegado a la enormidad del actual sufrimiento no musulmán bajo el yugo del Islam, ya que no tienen puntos de referencia para comprenderlo. Para participar en este sufrimiento y desarrollar políticas para contrarrestarlo requerirá el reconocimiento de las causas fundamentales de raíz, es decir, el marco teológico del yihad y el dhimma, pero eso no es simplemente demasiado espantoso para las sociedades que poseen dogmas multi culturales oxidadas en sus psiques, habiendo abrazado una visión falsa de la historia y puntos de vistas obstinadamente oscurantistas sobre teología.

Mientras los que hacen política continúan buscando consuelo en llamadas intelectuales para la ‘resolución del conflicto’ y una ‘reconciliación’, los vulnerables seguirán siendo asesinados, violados y saqueados en nombre del resurgimiento islámico. Las vidas de decenas de miles de cristianos vulnerables y pacíficos, yazidis y otros, cuyo crimen es que su religión es inaceptable, ahora penden de un hilo al norte de Irak, mientras Occidente descansa paralizado viendo desde la barrena, aturdidos y estupefactos por las mentiras que se ha dicho a si misma durante tantos años.

14)   El Occidente infiel

Esto no quiere decir que la reconciliación sea innecesaria. Osama Bin Laden tenía razón cuando afirmó que la doctrina de las tres opciones es el meollo del problema de Occidente con el Islam: ‘Occidente se venga a sí misma en contra del Islam por darle a los infieles tres opciones’:

“Nuestras conversaciones con el infiel Occidente y nuestro conflicto con ellos en última instancia giran en torno a un tema – uno que exige nuestro total apoyo, con poder y determinación, con una sola voz – y es: “Obliga el Islam, o no, a la gente por el poder de la espada a someterse a su autoridad corporalmente si no espiritualmente?” [La respuesta es:] Sí. Sólo hay tres opciones en el Islam: o la sumisión voluntaria; o el pago del jizya, a través del pensamiento físico aunque no espiritual, la sumisión a la autoridad del Islam; o la espada – ya que no es justo dejar que este, el [infiel] viva. El asunto se resume para cada persona viva, o vive bajo la soberanía del Islam o muere.

Bin Laden estaba en lo cierto acerca de esto, en que la doctrina del Islam de las tres opciones, que abarca las instituciones teológicas del yihad y el dhimma, es y debe ser el tema central de Occidente en su diálogo con el mundo islámico. Una comprensión de esta doctrina y sus implicaciones a los derechos humanos de los no musulmanes debe ser la piedra angular de la política pública en relación al Islam, tanto ahora y en un futuro previsible.

Este año no será un diálogo fácil ni cómodo, a juzgar por los gritos de protesta que saludaron comparativamente suave del discurso del Papa Benedicto en Regensburg en el 2006. Sin embargo, el apaciguamiento de los objetores aulladores a través de maniobras de conflicto no traerá nada sino agravio, tal como lo estamos viendo al norte de Irak.

De acuerdo con el ‘vicario de Bagdad’, Canon Andrew White, lo que se necesita en este momento para ayudar a las víctimas no musulmanes del yihadismo islámico son tres cosas: Protección, Provisión y Perseverancia. Los enlaces impuestos sobre el mundo eran que no había nada no musulmán que necesitaba ser protegido. En este momento las víctimas del ISIS merecen una acción militar, alimentos, agua y suministros médicos. Muchos necesitarán santuarios permanentes fuera de sus países de origen.  A largo plazo, se necesita mucho más. Ciertamente, La voluntad de perseverar, porque el mundo está en las primeras etapas de la (ahora reanudación) de siglos de larga guerra con el Islam militante, pero sobre todo esto, a fin de avanzar en la larga lucha por delante, requeriremos de un mayor apetito por la verdad.

 Marcos Durie es un teólogo, activista de los derechos humanos, pastor de la iglesia anglicana por años, un compañero escritor Shillman-Ginsburg en el Foro del Medio Oriente, y director del Instituto para la Conciencia Espiritual. Este ha publicado muchos artículos y libros  sobre lengua y cultura de los habitantes de Aceh, relaciones entre cristianos y musulmanes y la libertad religiosa. Graduado de la Universidad Nacional de Australia y el Colegio Australiano de Teología, ha sido profesor visitante en la Universidad de Leiden, MIT, UCLA y Stanford, y fue elegido miembro de la Academia Australiana de Humanidades en 1992.

Artículo traducido por Roby Ka para Hatzad Hasheni

Un clérigo wahabita alecciona a sus seguidores sobre “cómo disfrutar decapitando”

El jeque Takfiris, un prestigioso predicador wahabita,  aparece en un vídeo ilustrando a sus seguidores sobre “cómo disfrutar decapitando”.

Decapitar a los enemigos de Alá es justo y necesario, según dejó escrito el “Profeta”, pero esta actividad no tiene por qué ser desagradable ni aburrida. Y esta es la opinión del notable jeque Takfiris, un experto en este tipo de procedimientos punitivos, que recientemente ha dado unas esclarecedoras charlas sobre “cómo disfrutar decapitando”.

El jeque afirma, entre otras cosas, que la decapitación de una cabra y un infiel son esencialmente diferentes, puesto que a un animal se le separa la cabeza del cuerpo con indiferencia, sin embargo, al infiel hay que ejecutarlo gozando del momento y con regodeo.

El diario chiita iraní Al-Alman, que ha dado mucha publicidad a la noticia, acusa al wahabita de aventar una doctrina brutal y desviada, al tiempo que lo tilda de loco…y de formar parte de una conjura sionista para desprestigiar al islam.

Para Takfiris decapitar es un placer. Y eso mismo piensan algunos musulmanes occidentales, como los estrafalarios Eleomar,  Abu y Sharrouf.

Eleomar, un ex boxeador australiano, ha adquirido cierta notoriedad por fotografiarse sonriente, por no decir en actitud carcajeante, con sus “trofeos”.

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Abu, un carnicero “holandés” que ha vivido durante 10 años de una pensión por incapacidad permanente al ser declarado tonto por los servicios sociales de su país de acogida, tampoco se resiste a rebanar pescuezos con orgullo y satisfacción. Y no pierde ninguna oportunidad de mostrarse satisfecho entre los cuerpos que él mismo ha despedazado por toda Siria.

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Por su parte,  Khaled Sharrouf, un afamado yihadista australiano, no sólo disfruta cortando el gaznate a quien sea menester, sino que también está enseñando el placentero oficio a su hijo de siete años. Hace pocos días, Sharrouf exhibió en su cuenta de Twitter a su vástago sosteniendo la cabeza de un enemigo de Alá, y acompañó la siniestra imagen con un breve texto que más bien parecía un epitafio: “Este es mi niño”.

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